*Sombra*

Hoy voy a hablar del mayor de mis tesoros: mi gatita Sombra.
Desde hace ya unos años soy alérgica al pelo de los animales. Desde pequeña me han encantado y en especial los gatos, por lo que me daba mucha pena no poder tener ninguno.

Hace unos dos años le dije a mi madre que quería un gatito a toda costa, quería probar y en el caso de que me diese alergia, dárselo a alguien.
Quería un gatito negro y les dije a todos mis conocidos que si se enteraban de alguno me avisasen.

Hace dos años, mi vecino me dijo que la gata de una amiga había tenido gatitos; así que fuimos a verlos... y allí estaba Sombra. No era negra, pero no me importó, sabía que tenía que ser para mí.

Era la más pequeña de entre todos sus hermanos, no la dejaban mamar y al verla la más debil me entraron ganas de cuidarla para siempre.

Sombra llegó a casa en una caja de zapatos. No era más grande que mi mano. Era muy clarita, color crema, con las orejitas y el rabo casi negros y los ojos de un azul vivo precioso.

Me pasaba las horas muertas mirándola con cara de tonta y rezando para no estornudar...

Según fue creciendo se dibujó un antifaz oscuro en su carita, perfectamente simétrico y sus ojos se fueron aclarando hasta adquirir un azul glaciar.

Me encantaba darla el biberón, jugar con ella y dormir juntas, me gustaba escucharla ronronear.

El tiempo pasaba y Sombra se convirtió en toda una señorita, viví su primer celo con angustia, qué mal lo pasamos...

Seguíamos durmiendo juntas y cada vez que salía, esperaba mi vuelta junto a la puerta.

Sombra ha hecho muchas travesuras y es un poco arisca, pero me encanta tenerla a mi lado. Es mi alegría y una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.

Ahora Sombra tiene dos años y después de todo este tiempo me sigo quedando mirándola embobada mientras pienso: "qué bonita eres".

Nunca pensé que pudiera querer tantísimo a un animal... es mi niña, mi bolita amorosa de pelos ^___^ y quizás por eso no me ha dado alergia. ¡Eso es amor!